Liderando por fe

Como ancianos, debemos liderar el pueblo de Dios al andar por fe. Claro está, ¡para que un anciano lidere debe ir “adelante”! No basta con decirles a las personas que anden por fe, nosotros debemos mostrarles qué significa, cómo funciona y la relación entre la fe y el raciocinio humano.
En ocasiones toda la congregación deberá dar un paso de fe, con los ancianos liderando. Por ejemplo, ¿cómo decide un grupo local de creyentes cuándo comenzar un proyecto de construcción? ¿Podrán pagarlo? ¿Será necesario solicitar un préstamo? ¿O que tal cuando se está comenzando un nuevo ministerio en un área difícil? ¿Habrá suficientes creyentes para trabajar allí? ¿Si se hace no harán falta en otros ministerios? ¿Cómo damos el paso de fe de tal manera que la congregación ande en fe con nosotros?
El liderazgo sabio incluye informar a la congregación sobre los pros y contras de decisiones importantes del ministerio, y también muestra los procesos mentales que los hombres espirituales desarrollan al andar por fe. En muchas ocasiones los creyentes miran a los “gigantes espirituales” y piensan que la fe es algo que sencillamente llega de alguna manera misteriosa y que no tiene relación alguna con la razón. Pero no es así. De hecho, la fe consiste en hacer uso de pensamientos sabios. ¿Cómo hacen los hombres para tomar decisiones sabias para vivir por fe?
Podemos extraer algunos conceptos de George Müller, un hombre muy estimado por su fe al confiar en la provisión de Dios para mantener a cientos de huérfanos. En el siglo 19, por fe, Müller organizó y operó orfanatos en Bristol, Inglaterra. En su autobiografía (La Autobiografía de George Muller, Whitaker House Publishers, pp. 206-210), él comparte algunos de los pros y contras que afrontó al considerar la decisión de construir otro orfanato.

Razones en contra de otro Orfanato:

  1. ¿Sobrepasaría mis capacidades espirituales?
  2. ¿Estaría yo excediéndome en mis capacidades físicas y mentales?
  3. Si estuviese seguro de que la situación actual del Instituto de Conocimiento Espiritual [otro ministerio que tenía] fuese el límite de mi obra, ¿dejaría esto ya?
  4. ¿Sería tentar a Dios si pienso en construir otro orfanato para otros setecientos huérfanos? (“Tentar a Dios” en la Biblia, es limitarlo en cualquiera de sus atributos.)
  5. ¿Cómo obtendré los recursos para construir este gran orfanato?
  6. ¿Qué será de esta institución después de mi muerte? (Lo mío es servir a mi generación con toda mi fuerza.)
  7. ¿Me llenaría de orgullo el construir otro orfanato?

Razones para otro Orfanato:

  1. Hay muchas solicitudes de admisión.
  2. El estado moral de las casas oficiales para los pobres me impulsa grandemente a avanzar.
  3. Me anima aún más la gran ayuda que el Señor me ha dado en este bendito servicio.
  4. Mi experiencia y capacidades han crecido con la obra.
  5. El beneficio espiritual de más huérfanos es otra razón que me inclina a avanzar.
  6. Mi mayor deseo es demostrar la gloria de Dios y su disposición a oír la oración.
  7. Tengo paz y gozo ante la posibilidad de ampliar la obra.
Quizás usted no esté considerando la posibilidad de construir un orfanato. Pero con frecuencia sí debe tomar decisiones importantes para oportunidades ministeriales de su iglesia. ¿Será que los creyentes lo ven a usted avanzando con “grandes” pasos de fe? ¿Entienden los pros y contras con los que usted considera? Si ellos sólo ven el resultado final, es posible que lo coloquen a usted en el pedestal de la fe. Pero, si comparte sus procesos mentales con ellos, los ayudará a aprender a andar por fe, tal como usted también hace.
Por cierto, Müller prosiguió con el proyecto con la bendición del Señor.
 
Por Chuck Gianotti

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